Counseling Católico
En la actualidad la filosofía y la teología hablan de la presencia de una “crisis de sentido”, de un “vacío existencial”, causa de muchas patologías de la actualidad.
La sociedad moderna, caracterizada por el progreso técnico, el consumismo y la búsqueda desmesurada de bienestar, no ha logrado acallar la voz que clama en el interior del hombre, en busca de un sentido para su vida. Sin dicho sentido, el hombre se encuentra desorientado y experimentando en sí mismo el vacío existencial.
La pregunta por el sentido de la vida es propiamente humana y pertenece a la dimensión espiritual del ser humano. Esta dimensión ha sido ignorada por algunas corrientes de la psicología, por lo que se ha caído en una visión reduccionista de la persona.
En el Counseling Católico, consideramos a la persona desde una unidad biológica, psicológica y espiritual, ofrecemos una terapéutica que ayuda a buscar la autotrascendencia y a elevarse por encima de sus circunstancias y adversidades, apelando a los aspectos sanos de la personalidad y a las herramientas del espíritu humano. Podemos decir, que las dificultades de la vida no nos determinan y siempre seremos libres de elegir la actitud con la cuál queremos afrontarlas. Encontrando el sentido de la vida, podemos darle un sentido al sufrimiento.
Es sabido que todo ser humano, -ineludiblemente-, en algún momento de su vida, deberá atravesar por el sufrimiento, la culpa, la muerte, momento en el que experimentará su debilidad y finitud. A su vez, el ser humano aspira por naturaleza a la felicidad, al bien, al amor y conocimiento, en grado infinito; pero no puede alcanzarlo por sí mismo.
Benedicto XVI nos ilumina en que «No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor», y «llevar al extremo nuestro intento de comprender al hombre prescindiendo totalmente de Dios nos conduce cada vez más al borde del abismo, o sea a prescindir completamente del hombre», sólo al encontrar, - o dejarse encontrar por Dios-, sólo en esa búsqueda ontológica, es cuando el hombre puede encontrar el sentido de toda su existencia.